viernes, 6 de noviembre de 2015

A LA MANERA DE LARRA

Creo en una sociedad que respete los derechos fundamentales de todos los ciudadanos, en una sociedad que facilite a sus integrantes ser libres y autónomos en el desarrollo de sus capacidades. Creo en una sociedad que recompense el esfuerzo y los méritos de aquellos que trabajen especialmente por el bien común. Por contra, no me parece lo más correcto y congruente con esa sociedad que sean los parásitos de la misma y aquellas hienas  que se aprovechan del trabajo de los demás, los que más beneficio saquen. No podemos estar en contra de la gente que ha contribuido a mejorar en cualquier aspecto este mundo, inventores, emprendedores, luchadores por los derechos, pero no creo que esté justificada la apropiación de una gran parte de la tarta social por aquellos que aplican contratos basados en la ausencia de los mínimos Derechos Humanos, por aquellos que se enriquecen con la venta de armamento tal vez para bombardear niños, por aquellos que se aprovechan de la privatización de los bienes públicos y pasean sus yates por nuestros mares, por aquellos que se enriquecen con los dineros públicos al margen de la Ley, por aquellos que especulan y arriesgan el dinero de los demás y son capaces de expropiar el dinero de la mayoría para pagar su vicio de avaricia, por aquellos, en definitiva, que viven de las rentas generadas por el trabajo de otros sin pegar un palo al agua.


Sin embargo, a dos meses de las elecciones, Cáritas ha avisado que se está perdiendo la batalla frente a la pobreza y la exclusión. Parece que no queremos darnos cuenta que incrementar las rentas de los que viven de ellas sin aportar apenas nada y sí extraer más de lo que les corresponde es un mal social que tiene mala pinta. Por desgracia, tiene razón Stiglitz cuando dice que “entramos en un mundo dividido no solo entre ricos y pobres, sino también entre los países que no hacen nada para remediarlo y los que sí”. Debemos hacer hincapié en que la economía no es más que la herramienta pero los objetivos a conseguir los marca la política. 

Pseudónimo: Alma fuerte.


viernes, 23 de octubre de 2015

Rima IV de Gustavo Adolfo Bécquer.


No digáis que, agotado su tesoro
de asuntos falta, enmudeció la lira;
No digáis que, agotado su tesoro
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.

Mientras las ondas de la luz al beso,
palpiten encendidas;
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista;
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías;
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!

Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista;
mientras la Humanidad, siempre avanzando,
no sepa a dó camina;
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!

Mientras sintamos que se alegra el alma
sin que los labios rían;
mientras se llore sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan;
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran;
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas;
mientras exista una mujer hermosa,
¡habrá poesía!

1- Es un verso en el que el poeta pone de manifiesto la lucha entre Corazón/ Razón,muestra la relación entre poesía y mujer, ya que ambas están integradas en la parte sentimental del individuo. Me ha gustado porque da una reflexión sobre el poeta y la poesía, lo que quiere decir es que lo difícil no es que haya poesía, lo difícil es que haya poetas que vivan poéticamente como se defendía en el Romanticismo

2- Me quedo con el segundo párrafo ya que habla de la naturaleza, el fuego, la primavera...

3- Varias frases de Versos que me llamaron la atención y me gustan:

Quisiera que mis labios chocasen con tu boca,
igual que las olas del mar se estrellan contra las rocas.

Por las noches sueños contigo, por el día pienso en ti,
y cada vez que te miro, mi corazón comienza a latir.

Te quiero y te lo digo, tengo celos y te lo digo,
pero no sé cómo decirte: ¿Quieres salir conmigo?

Te quiero porque te quiero, porque en el querer nadie manda.
Te quiero porque me nace, en lo profundo del alma.










viernes, 9 de octubre de 2015

Leyenda inventada

Hace muchos años se perdió Rubian en el alto de la montaña Carreperro, vivía con sus padres Eloisa y Elias y sus 8 hermanos
Su familia era muy humilde vivían del campo igual que sus abuelos agricultores, labraban la tierra de seis de la mañana a las cinco de la tarde jornadas muy largas, como dicen los campesinos de sol a sol, para poder alimentar a sus ocho hijos .Su madre se encargaba de las tareas del hogar y también colaboraba en alimentar las gallinas y ordeñar un par de vacas. En esos tiempos no tenían luz ni agua ya que vivían en el alto de la montaña ,su padre cortaba árboles secos del monte para hacer fuego.
La casa era de madera y al rededor prados verdes donde los niños solían jugar, una tarde su madre se percató de que faltaba un hijo, Rubian, al preguntarlo a sus hermanos se dieron cuenta de que no estaba, pensaron que se había escondido ,buscaron la casa, en el jardín en el prado,sin  señal del niño 

Al ponerse la puesta de sol su  padre regreso a casa al enterarse de lo sucedido reunió a todos los vecinos del poblado y salieron con antorchas y perros, Elias recordó lo que contaban los antepasados, que el duende vivía en el bosque  , engañaba a los niños  que no estaban bautizados y se los llevaba al bosque para jugar .También iban a las casa y hacían muchas travesuras escondían los alimentos y para poderlos ahuyentar  tocaban la flauta salían llorando y no regresaban más ,en los últimos años se hablaba de haber visto huellas del duende.Rubian no estaba bautizado y sus padres estaban convencidos que el duende se lo habían  robado, los acompañaba una noche de luna llena ,se internaron en el bosque  al no encontrar rastro ninguno regresaron a la media noche,para continuar al día siguiente .A las cinco horas de búsqueda en la montaña encontraron al niño en un saladero donde suelen las vacas comer sal .
Estaba en perfectas condiciones regreso a casa con sus hermanos ,los padres lo bautizaron y siguió viva la leyenda de los abuelos.

jueves, 24 de septiembre de 2015

Narración Ficticia

Soy Ghada una chica de 16 años , vivo en Melilla con mi madre y mi hermano pequeño, Mohamed, mi hermano le gusta la medicina yo creo que quiere ser medico por que le da pena todos las personas sirias que están refugiados con nosotros y están enfermas, con arañazos, cortes etc.
Llevamos 1 año en una especie de campamento nos dan de comer 3 veces al día un plato de sopa, dentro de esta "carcel" hemos hecho muchos amigos jugamos con la tierra hasta el momento en el que los policías de Melilla nos regañan por estar corriendo y haciendo ruido por ahí, En el año que llevo se ha ido muy poca gente pero no se a donde se van exactamente, e oído hablar que los mandan a Siria de vuelta pero no es seguro. Hay chicos mas mayores pero no chicas yo soy la mayor de todas,
aquí dentro no se que hacer, cuando estaba en Siria estaba todo el día con mi madre haciendo la comida para mis hermanos , mi padre murió en la guerra, era de las fuerzas armadas de Siria, iba muy poco a casa durante las ultimas semanas antes de que empezara la guerra, mi madre decidió ir a Melilla  para buscar una vida mejor, mis otros dos hermanos pequeños se quedaron con mis tíos, no entiendo porque no nos dejan entrar a España , aquí dentro no hacemos nada, los mayores se quejan de que los traten como presos. Deseo volver a Siria cuando acabe la guerra y estar con mi familia y así para que mi hermano pueda estudiar medicina ya que aquí no hacemos nada los días pasan hasta que llegue uno y nos digan que nos tenemos que ir a Siria o nos dejen pasar a España o estar en Melilla tranquilos.

Narrador: Interno, protagonista
Acción: La vida de una niña de Siria refugiado en Melilla por la guerra en su país
Personajes: Ghada, Mohamed y la madre de los dos hermanos.
Tiempo. Hay un flashback
Espacio: Melilla, campamento de los refugiados de Siria en Melilla.